Después
de esta pequeña broma, como ya habréis adivinado, el estado previo da paso al ¡momento!
deseado en estos los últimos días, horas, que parecían eternos.
Sí,
llegaron mis ansiadas vacaciones, muy necesarias a estas alturas del
año…
Así que, por un breve espacio de tiempo, es lo que tienen las vacaciones, cambiaré
teclado por arena y sombrilla con la promesa de contaros algún que otro libro a
la vuelta.
Espero
que todos disfrutéis en estos días, ¡pasadlo bien y aprovechad los pequeños momentos!
Hasta
la vuelta, Vela.
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